¿Qué les pasa a las cerraduras con el frio?

¿Qué les pasa a las cerraduras con el frio?

Por mucho tiempo se ha sabido que el frio es capaz de provocar ciertas situaciones molestas. Existen muchas formas de evitar estos problemas, haciendo los preparativos correspondientes para el invierno.

Algunos propietarios preparan sus ventanas, se abastecen de leña, y así un montón de elementos que se toman en cuentan durante la época de invierno. Pero hay algo que no debemos ignorar y se trata del mantenimiento de las cerraduras.

Quienes nunca se han encontrado en la posición embarazosa de no poder abrir la puerta, en el momento que el frío se mete por los huesos, de modo que quedan fuera de la vivienda, no conocen lo grave de la situación, aunque ciertamente hay inconvenientes mucho peores.

Decimos esto pues la humedad y el frio posterior, pueden congelar tu cerradura, y si intentas abrir con brusquedad, puedes romper incluso la llave de tu cerradura principal. Son hechos que se extrapolan no solo a las cerraduras de casas, sino de coches, candados y a uno que otro bombín.

Una vez que llegan los primeros días de frio, son muchos los clientes que llaman a cerrajeros con la queja de que las llaves se han roto o que las cerraduras se encuentran bloqueadas. Hechos de este tipo son evitables, lo que garantiza que disfrutes por mucho tiempo más tus cerraduras.

Las cerraduras se congelan

La congelación de las cerraduras es un inconveniente que sucede mucho en invierno, en primer lugar porque debido a este fenómeno podemos romper la llave ante cualquier intento de apertura, o bien que la cerradura se bloquee. Si vemos que la llave no gira, es inútil utilizar la fuerza.

Este tipo de problema es propio de candados y cerraduras de coches, pero no quiere decir que las cerraduras y bombines se encuentran exentos, dada la complejidad de los mecanismos que las hacen funcionar.

La principal razón de congelamiento es la humedad del aire, que puede llegar a temperaturas extremas, haciendo finalmente que las cerraduras se congelen. Una forma de evitar el congelamiento es proteger las cerraduras dificultando el paso de agua o nieve a las mismas.

Ahora bien, en el caso de los coches que descansan en la calle, esta será una tarea más difícil. Por lo general existen bloqueadores en la propia cerradura que hay que sustituir de vez en cuando en caso de rupturas. Y pues, quienes cuentan con un garaje no deben tener este tipo de preocupaciones.

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Proteja sus cerraduras de las precipitaciones

Con el propósito de frenar la humedad, es indispensable proteger las cerraduras de la lluvia directa, nieve y aguanieve. Una regla a tener en cuenta es que si el agua se puede introducir en el bombín, es muy probable que el frío lo congele.

Muchas cerraduras de coches cuentan con protección contra el polvo, con la que se bloquea el paso directo de la suciedad protegiendo al bombín de la lluvia de forma simultánea. En caso de que la cerradura del coche se rompa, se debe reemplazar por uno que sea nuevo.

Este tipo de normas aplican para cuando los coches son más antiguos, pues en la mayoría de los casos los coches nuevos se abren con un mando a distancia, evitando de esta manera los indeseables bloqueos.

Las lluvias son un elemento muy ligado al invierno, de modo que debes ser muy consciente de que si tu cerradura tiene contacto directo con el exterior, las cerraduras llevan la peor parte y sufren todos los embates del clima, provocando su debilitamiento y oxidación.

Por ello se hace hincapié en que protejas al bombín de tu cerradura, para que este no sufra deterioros a causa del frío del invierno. Se trata de una pieza de extrema importancia, ya que a través de ella se introduce la llave, por lo que debes permanecer atento a posibles daños.

Protegiendo el bombín del frío hará que éste no se desgaste rápidamente, siendo una pequeña inversión que generará mucha tranquilidad sin que debas preocuparte en el futuro, además que te ayudará a frenar posibles robos en tu domicilio.

Mantenimiento con aceite para tus cerraduras

Es indudable que debes proteger tus cerraduras para evitar bloqueos con las heladas. La lubricación es muy útil, pues con ella se forma una capa protectora y delgada que cubre eficientemente las partes de metal, evitando que la humedad se cuele y congele las piezas móviles de la cerradura.

El hecho de que una cerradura se encuentre lubricada es un plus, ya que a pesar de que se forma hielo en la estructura del dispositivo de cierre, la cerradura se puede utilizar incluso después de la formación de hielo.

Las puertas exteriores de tu hogar o negocio se deben lubricar por lo menos tres veces al año. Esto quiere decir que este paso se debe seguir antes del invierno, en plena helada y en primavera. Si la puerta es altamente transitable, entonces se debe lubricar con aceite una vez al mes.

Asegúrate igualmente de elegir un buen aceite que lubrique tus cerraduras. No emplees aceites o grasas poco recomendadas, ya que se desconoce de qué forma actúan. Aunque el aceite de oliva sea bueno para la salud, no significa que debas utilizarlo para lubricar los mecanismos de tu puerta.

En otras palabras, en caso de bloqueos se deben utilizar únicamente aceites especiales. Es muy probable que luego de aplicar aceites ni indicados, sea necesario lavar los bombines y demás mecanismos de la cerradura.

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Evitar que acumule suciedad

Evitar que el sucio se acumule es indispensable si quieres asegurarte de que tu cerradura te dure por mucho tiempo. La suciedad se suela en las partes más pequeñas de la cerradura de forma progresiva, y debemos hacer algo para que este tipo de inconvenientes tengan lugar.

Cuando se limpia con cuidado el interior y exterior de la cerradura, pueda que tengas oportunidad de realizar los mejores cambios en todo el sistema de estos dispositivos de seguridad. Se trata definitivamente del mejor cambio o mantenimiento para la cerradura.

Procura realizar esta tarea de forma periódica, para que de ésta manera veas cómo mejora el funcionamiento en tus cerraduras considerablemente.

Con una cerradura limpia estarás más seguro de que todos tus mecanismos te mantengan protegido, sin que te den problema alguno. No se trabarán ni romperán, por lo que tus cerraduras permanecerán tan seguras como en cualquier otra estación.

Es por esta razón que te recomendamos que destines una pequeña parte de tu presupuesto para prolongar la vida útil de tus puertas y cerraduras, de modo que disfrutes de mayor seguridad que antes de seguir estos pasos.

¿Qué hacer cuando la cerradura ya se ha congelado?

Pueda que te hayas preguntado qué hacer si tu cerradura se congela, y un elemento a considerar es el aceite de cerradura para deshielo, ya que éste es capaz de derretir el hielo en el momento que más lo necesitas.

Este aceite además de derretir el hielo, saca la humedad fuera del bombín, lubricando igualmente todos los mecanismos asociados a la cerradura. En caso de que no sepas qué marca utilizar, siempre puedes pedir a un cerrajero que te recomiende un ejemplar a la altura.